Síndrome facetario lumbar
El síndrome facetario lumbar (un síndrome es el conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad), se encuentra entre las etiologías (causas) del dolor de espalda. Causa dolor entre un 15-31% y se debe a la degeneración de las articulaciones facetarias o de sostén de la columna vertebral. Generalmente es un dolor mecánico en la zona lumbar que aumenta de intensidad con el movimiento de la región involucrada, no es raro que la molestia involucre nalgas y cara posterior de los músculos. Su comienzo y curso es insidioso (dicho de un padecimiento o de una enfermedad que, bajo una apariencia benigna, oculta gravedad), aunque muchos pacientes lo refieren posterior a un esfuerzo brusco.
Las técnicas de imagen son de utilidad no solo para el diagnóstico, sino para descartar otras entidades, aunque sus hallazgos no son específicos. La radiografía simple, la Resonancia Magnética (RM) y Tomografía Computarizada (TC) pueden mostrar hallazgos de degeneración facetaria como la degeneración (deterioro) del cartílago, esclerosis (endurecimiento patológico de un órgano o tejido), osteofitos (abultamiento anormal óseo), quistes sinoviales (bultos que aparecen junto a articulaciones o tendones), los cuales no se suelen correlacionar con la intensidad del dolor. Algunos trabajos han demostrado la existencia de hallazgos de degeneración facetaria en pacientes asintomáticos.
Diagnóstico
En la actualidad, el estándar para el diagnóstico del síndrome facetario lumbar es el bloqueo de la rama medial del ramo dorsal (parte posterior de la médula espinal) del nervio espinal, el cual aporta inervación sensitiva a las articulaciones interapofisarias (presentes entre las apófisis articulares de las vértebras). Está aceptado que el único medio diagnóstico del síndrome facetario es el bloqueo nervioso, no debiendo existir discusión, según la evidencia disponible.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome facetario está fundamentado en un abordaje que combina las terapias conservadoras, incluidos los tratamientos orales farmacológicos, con las terapias mínimamente invasivas como lo son los bloqueos (destrucción de la estructura nerviosa) de la rama medial del ramo dorsal del nervio espinal.