Atención en herida quirúrgica
En todo paciente que es sometido a intervención quirúrgica, existe el riesgo a desarrollar infección de la herida o dehiscencia (separación postoperatoria de la incisión) que genera un retardo en la cicatrización poniendo en riesgo la salud del paciente que la presenta.
Pacientes en los que puede presentarse es más comúnmente en aquellos que fueron sometidos a cirugías de abdomen o traumáticas.
Los signos y síntomas que nos orientan a pensar que la herida está infectada son:
¿Qué es una infección? En términos coloquiales, es la proliferación excesiva de una o más bacterias en un tejido. Estas bacterias tienen la capacidad de ser agresivas para la salud del paciente, lo que genera inflamación como respuesta de protección del cuerpo.
Para que se genere una infección en el sitio de la cirugía o herida quirúrgica, influyen ciertos factores, como las condiciones del quirófano, alteraciones en el medio ambiente del paciente, el tipo de cirugía en sí y de los agentes patógenos de la enfermedad que se está tratando.
Existen factores que predisponen estas infecciones tales como: diabetes, hipertensión, edad avanzada, tabaquismo, ingesta de alcohol, obesidad o malnutrición, uso de esteroides, por mencionar solo algunos.
Se considera que una infección de herida quirúrgica es toda aquella que se presenta dentro de los primeros 30 días después de la cirugía, o 90 si se colocó alguna prótesis (como mallas).
Las cirugías gastrointestinales se encuentran dentro de las primeras causas de infección de la herida quirúrgica.
Con estos datos o ante la duda es necesario acudir de inmediato con un profesional de la salud especializado en manejo de infecciones quirúrgicas.
Nosotros les brindamos orientación, así como valoración, mediante un equipo multidisciplinario de especialistas donde daremos un tratamiento de acuerdo a las necesidades de cada paciente.